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jueves, 24 de mayo de 2012

De la inconformidad a la democratización de los medios


Darío Ramírez y Ricardo González

24-mayo-2012

La viabilidad de la desobediencia civil se vuelve así una suerte de examen del grado de democratización de un gobierno y sus instituciones, pues sólo en un sistema político cuya legitimidad dependa realmente del consentimiento de los gobernados puede apelarse a que la población cobre conciencia de lo que está ocurriendo, a fin de que condicione o niegue ese consentimiento.

Sebastián Pilovsky

Después de la polémica generada por las protestas estudiantiles durante la visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana, decidimos abordar en este espacio el tema del discurso de odio y el derecho a libertad de expresión, en particular las implicaciones jurídicas y sociales de cada uno. En resumen, argumentamos que las expresiones de rechazos que tuvieron lugar estaban protegidas por el derecho internacional  al no constituir discurso de odio sino más bien, expresiones que pudieran ser consideradas como “chocantes, ofensivas o perturbadoras.””

Protestar no es odiar.

El grupo de jóvenes inconformes que ahora incluye estudiantes de otras universidades y ciudadanos de distintos puntos del país, bajo el nombre #YoSoy132, están logrando revertir los intentos de descalificación y estigmatización provenientes de distintos ámbitos que fueron reproducidos-sin mayor reflexión- por varios medios de comunicación.

Además durante una marcha convocada el pasado 18 de mayo, plantearon a la opinión pública un tema de vital importancia: la equidad y equilibrio de los medios de comunicación en las coberturas electorales. Cientos de jóvenes marcharon desde del plantel Santa Fe de la Universidad Iberoamericana a las oficinas de Televisa en esa misma zona. Alumnos del ITAM, hicieron lo mismo en las instalaciones de la cadena televisiva en San Ángel.

“No como uno, no somos cien, Televisa cuéntanos bien”. “No somos porros, somos estudiantes”. “La guerra sucia está en televisión”.

Aunque hay voces que aún critican y condenan la forma de las manifestaciones, es claro que en estas últimas semanas, los jóvenes han colocado un tema de suma importancia, ahí la importancia de la protesta como mecanismo para poner en el debate público temas excluidos por los espacios tradicionales de deliberación/comunicación.

Es importante analizar el papel de los medios de comunicación en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en México y en el desarrollo de la vida democrática, tras doce años de alternancia en el poder y de apertura en los medios, no se ha logrado modificar la relación perversa entre publicidad oficial y medios (documentada en nuestra campaña publicidadoficial.mx), tampoco la distribución de los actores dominantes, una televisora concentra el 70% de la audiencia, la violencia contra la prensa sigue siendo alarmante y  mucho menos hemos elevado la calidad de la información que recibimos, por el contrario, el IFAI parece que va en retroceso en cuanto a su autonomía y criterios.

 Medios y libre expresión

La expresión y la información son caras de una misma moneda.

La libertad de expresión es piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática. La información es indispensable para la formación de la opinión pública. Es también conditio sine qua non para el desarrollo de los partidos políticos, sindicatos, sociedades científicas y culturales y, en general, quienes deseen influir sobre la colectividad.

Es también condición para que la comunidad, en el ejercicio de sus opiniones, esté suficientemente informada. En consecuencia, se puede decir que una sociedad que no está bien informada no es una sociedad que sea verdaderamente libre.

La libre expresión, en tanto derecho humano, también implica “la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole.”  De ahí que sea reconocida como un prerrequisito indispensable de cualquier democracia.

Son los medios y quienes ejercen la libertad de prensa, los que posibilitan  el circuito comunicativo garantizado en artículo 19 del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos.  Existe un vasto desarrollo jurisprudencial respecto al papel de los medios y la libertad de expresión, a continuación trataremos de resumir algunos elementos:

1) Pluralismo: los gobiernos tienen el deber, de hecho la obligación positiva, de promover el pluralismo al interior, y asegurar el acceso equitativo de todos a los medios de comunicación, es decir, garantizar que los ciudadanos tengan acceso a diversas fuentes y confiable de información sobre temas de interés para ellos.

2) Independencia: Con el fin de promover el pluralismo y proteger el derecho a la libertad de expresión, es imperativo que los medios de comunicación se les permitirá operar de forma independiente del control gubernamental. Esto asegura que los medios juegan su papel como organismo de control público y que el público tenga acceso a una amplia gama de opiniones, especialmente sobre asuntos de interés público. Esto tiene importantes implicaciones para los modelos reguladores de los medios.

 3) En términos de regulación, para los medios impresos, hay un acuerdo general de que la autorregulación es el mejor sistema para la promoción de altos estándares en los medios de comunicación.

4) En cuanto a los medios de comunicación electrónicos, la regulación puede ser  más estricta de los medios escritos con el fin de gestionar el espectro limitado disponible, pero esta regulación debe seguir estrictos principios: No monopolios. No censura previa. Debe de coexistir tres tipos de medios de comunicación, públicos, privados y comunitarios. Finalmente tiene que existir un organismo regulador, totalmente independiente de intereses políticos y económicos,  responsable de la expedición de licencias y concesiones de radiodifusión para velar por la observancia de condiciones de equidad, diversidad y pluralismo.

El monopolio de  medios y la uniformidad de voces

La generación que ha salido a las calles ha vivido la democracia toda su vida, tal vez por eso defiendan con fuerza y decisión la libertad de expresión y la libertad de información.  ARTICLE19 celebra y se suma a las exigencias para que los medios se democraticen. Una vez más, son las generaciones nuevas las que hacen temblar los vicios y viejas prácticas del pasado.

¿De qué sirve gozar del derecho a libre expresión sí nadie puede escucharnos? ¿De qué sirve expresarnos si las ideas serán distorsionadas? En México, al igual que en el resto de las sociedades modernas, los medios de comunicación juegan un papel crucial en el ejercicio de la libertad de expresión de una sociedad. Exijamos los medios que como sociedad nos merecemos, como ha quedado en evidencia tras las marchas, con internet además podemos construir nuestros propios medios de comunicación a través de casi cualquier dispositivo.



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